27/10/09

Medidas del alma III


-No.-dijo serio.-serás chuleta, de alguna manera te queda ese nombre.-lo decía muy convencido observándome las piernas, ni él mismo se había fijado donde iban sus ojos.-Piernas de pollo no me gusta.-terminó sonrojándose e intentando evitar el contacto visual con mis ojos. Tomó el dibujo que tenía en mis manos y se giró comenzando a dibujar sobre el boceto los detalles que él pensaba que mejor iría con mi personalidad, con lo que podría andar buscando.-Creo que es algo trillado lo del reloj.-dijo borrando un poco la camisa-Se hacen unas aplicaciones de metal, aquí y aquí.-señalaba donde la camisa.-Como si se hubiera desgarrado y debajo tuvieras armadura o algo parecido.-sonreía mientras hablaba y yo como bobo quedaba mirándolo deseando que estuviera así conmigo siempre.-El chaleco será un poco más largo, como hasta la cadera, entallado en la espalda...quizás un corte diferente aquí.-indicó entonces los tirantes.-Las mismas aplicaciones podrían ir en las camisas....eso podría hacer la función de lo que pides.-murmuró con una sonrisa.-que personalmente me suena a striper de las vegas, pero tu eres el cliente, chuleta.

-Sí, soy una chuleta de cordero bien jugosa ¿que no?-dije sonriendo para mirar bien lo que hacía. Lo hice por detrás de su espalda.-Me gusta ese detalle.-dije próximo a su oído.-Me gusta, tienes buena imaginación.-me rasqué la cabeza y me puse frente a él.-Tómame medidas.-puse mis brazos en cruz.-Pero con delicadeza, tengo la piel sensible y seguro que me clavas alguna aguja a traición.

-Pero…pero.-empezó a titubear y al girarse observó a Prue acercarse, venía con una cinta de medir en las manos y una sonrisa de autosuficiencia. Él la miró algo molesto y se la arrebató.-Lo hago yo.-dijo con una leve sonrisa.-Clarissa me mata si dejo a su niño en manos de ustedes.-se giró hacia mí con una mirada de satisfacción. Cada vez más me dejaba claro que yo le atraía.-Párate ahí.-dijo señalándome un pequeño banco.-A parte ese pantalón es inmenso, no me deja tomar las medidas que necesito.-estaba algo nervioso, eso aún me lo ponía mejor.

-A bueno si no deja tomar medidas yo me lo quito.-comenté y esa chica asintió. Pude notar leves brillos en sus ojos, en los de la mujer, junto a un leve rubor.

-Sí, deberías.-sonrió deleitándose.

Yo empecé a quitarme la correa, era lo único que aguantaba aquellos enormes pantalones. Me gustaban, eran de mis favoritos y me había acostumbrado a bailar break con ellos.

-Total ya me has visto casi desnudo una vez.-aquel comentario mío seguro que lo ponía nervioso, pero era la verdad y solía ser un poco bocazas. Yo no tenía pudor alguno así que bajé los pantalones y se vieron mis boxer bien pegados, la verdad es que marcaba bastante. Amaba esos boxer porque me hacían más atractivo mi cuerpo.-¿Mejor?

-¿Quieres algo de tomar?-preguntó girando su rostro, intentando no mirarme, mientras yo me subía sobre la banqueta.-Prue trae un par de botellas de agua.-dijo cuando notó que ella seguía ahí mirándome, o más bien admirándome. El banco hacía que su rostro quedara a la altura de mi ombligo, prácticamente, y yo lo miraba desde lo alto.-Primero tomaré las medidas necesarias para los pantalones, así te podrás vestir, y te darán una camisa.-empezó a pasar sus brazos alrededor de mi cintura, iba anotando con nerviosismo los números, pero a la hora de tomar el tiro se quedó mirándome con ciertas dudas. Al final terminó por ser un niño bueno, o mejor dicho, un gran diseñador y tomar bien mis medidas.

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