24/7/09

Marimacho a la vista III


Entonces, como de la nada, apareció aquel tipejo y se abalanzó sobre él. Su aspecto era juvenil, aniñado, y parecía de nuestra edad. Sí, la palabra parecer era la correcta sin duda.

-¡Bou-chan!-gritó abrazándolo por la espalda, casi lo tira al suelo.-¿Me extrañaste?-preguntó riéndose como lo haría Jack el destripador en sus mejores años. Entonces se apartó y miró a Makoto, el guardaespaldas de Bou.-Hola Mako-Kun-dijo tan campante abrazándolo y colándose del cuello para besar su mejilla. Entonces noté como daba un papel, como si pasara una nota. No entendía nada y mucho menos cuando se presentó como si tuviera timidez alguna, no le pegaba en lo más mínimo.-Hola.-sonrió con sus mejillas rojas y estiró su mano.-Soy Shinji.

.-Hola.-dije con una suave sonrisa, la sonrisa que tenía todos los de mi familia... y a todos me refiero a chicos, hombres. Aunque sabía que tenía una hermana, tan sólo lo sabía desde hacía unos días, mi padre me dijo que ella me agradaría y pensé que quizás ella también tenía ese estilo al sonreír. Me quedé metido en mis pensamientos cuando espabilé y volví a sonreír diciendo mi nombre.-Me llamo Hizaki, Hizaki Sakurai de la Rosa.-extendí mi mano esperando que la aceptara.

Noté que Bou se había tensado y estaba acalorado. Su guardaespaldas desapareció de la nada, ese chico seguía teniendo mi mano. Cuando se separó de mí, al menos dejó de tomar mi mano, yo me relajé un poco más. Mi nuevo amigo, en cambio, estaba aún rojo.

-¿Cómo es que estás aquí?-preguntó algo desorientado.-Juka dijo que…

-¡Ah sí!-dijo de forma algo enérgica.-Creo.-meditó rascándose la cabeza.-Creo que estamos juntos en la misma clase.-sonrió cuando dijo aquello y yo me quedé con los ojos clavados en él, mirándolo como si hiciera una radiografía.-Es que llevamos muy pocos días ¿Verdad Bou-chan?-esa forma de llamar a las personas era demasiado estilo anime japonés, mi padre me dijo que era lo común pero que no se solía usar cuando salíamos del país. Era algo que tan sólo se hacía de cariño y si la otra persona conocía el significado era normal, pero si no era de ese modo sonaba a lo que había dicho anteriormente. Sí, sin duda parecía el típico muñeco de dibujos alocado y no sólo alocado, sino loco. Algo extraño tenía, un aura rara. Besaba la mejilla de Bou, al menos eso vi. No entendía que clases de confianzas eran. Él parecía incómodo y ese Shinji lo manoseaba.-Tengo la idea de haberte visto antes.-dijo aquello y mi guardaespaldas se pegó más a mí.

-Señorito, su madre tiene...-comenzó a decir algo, pero me giré para responderle rápidamente.

-Hugo cállate.-dije molesto.-No puedo hablar con nadie, entre que mamá no quiere que esté fuera de los estudios, que pase tanto tiempo con mi padre y en actividades extraescolares y que...-decía todo sin dejarle hablar, se atolondraba ante mi contundencia en cada palabra.

-Pero...-balbuceó.

-Estoy con compañeros de clase, no me va a suceder nada... vuelve a casa y dile a mi madre que llegaré a la hora estipulada.-le miré desafiante.

-Usted es igual a su padre.-aquello no sabía si era para sentirme plenamente orgulloso o para decepcionarme a mi mismo.

Entonces volví mi atención a los chicos. Ambos parecían llevarse bien. Quizás mi primer impacto de que Juka era su amante era falso, tal vez lo era este tal Shinji.

-Bou te decía que sí, me gustaría ser tu amigo.-comenté con una sonrisa afable.-¿Es tu amigo? ¿Primos? ¿El hijo de Juka?-no sabía quién era y eso me desconcertaba.

-Es su…-aun seguía rojo cuando comenzó a intentar decir algo. Todo le había tomado por sorpresa, al igual que a mí.-sobrino.- añadió mirando de reojo a su nuevo acompañante, para luego mirarme con una sonrisa en sus labios.-¡Has dicho amigos!-ese arranque de felicidad me hizo reír.-¡Si quiero ser tu amigo!-cuando decía aquello mi guardaespaldas se marchaba y el otro intervino de nuevo.

-¡Yo también quiero!-dijo como si yo fuera una chocolatina que hay que compartir. Entonces se abalanzó sobre mí y puedo asegurar que noté como todo el mundo nos miraba.-Me siento solito en esa clase tan grande.-hizo morros y ojitos de cordero degollado, eso me dio miedo.-¿¡Oye Bou te pago!?-yo lo intentaba apartar, no sabía como, pero al final él se fue de mi lado.

-Dios.-creo que susurré y él seguía parloteando.

-¡Anda!-gritó.-¿Tenéis cosas de dibujo? ¿Mandaron trabajo?-me miró pestañeando y moviéndose de forma extraña.-Es que verás.-comentó aproximándose y yo me puse tenso.-Yo me aburro en clase y me pongo a escuchar en el mp4.

-No, si no tienes clases extraescolares.-comenté.-Él lo hace por afición, yo por simple placer de aprender. ¿Tienes diccionario o tienes que comprar? Bou tuvo que encontrar uno.-miré de reojo al chico, era extraño, no me daba confianza. Suspiré cuando vi que Hugo ya no estaba.

-Me molesta venir con Hugo, prefiero a Lexter.-me quedé en silencio un instante cuando dije su nombre.-Algún día lo conoceréis.-sí, cuando a él se le pasara y a mi también. Era un buen amigo, a pesar de lo que había pasado. Deseaba dejar a un lado lo que ocurrió entre nosotros y volver a una relación de plena confianza, de amistad.

Ese Shinji volvió a colgarse de mí y yo lo miré con un tic en el ojo. Quería que se apartara, que se fuera de una maldita vez de mi lado. Además, su colonia era pegajosa y luego apestaría a él.

-Además, Shinji, nosotros estamos en primero no segundo.-le recordó mirando como se apartaba al fin.-Hizaki está en segundo año.-tiró de él dejándolo a su lado.

-¿Diccionario? pues debería ¿no?-dijo llevándose un dedo al mentón como si estuviera pensativo.-Pero no me gustan las actividades extracurriculares.-frunció el ceño y miró a Bou.-¿Cuáles verás tú?-preguntó para tomar las cosas que tenía mi nuevo amigo entre sus manos.

-Creo que ninguna.-respondió a la pregunta.-Yo prefiero ir solo, no me gusta tener a alguien vigilándome.-me comentó mientras Shinji se abrazaba a él rozándose como gato en celo.

-Lexter es mi amigo, no es sólo mi guardaespaldas.-comenté.-Al menos lo era.

-Debe ser incomodo eso de que alguien te siga a todas partes. Mi tío Juka es que es doctor y a veces le entra paranoia y le dice a Makoto que nos acompañe.-eso parecía una excusa, lo de aclarar que era médico.-Pero es agradable.-añadió con una amplia sonrisa de crío, pero algo me decía que no tenía la edad que decía. Estaba en alerta.-El que estaba contigo se veía de esos que se ven en las películas que parecen mafiosos.-rió girando levemente moviendo su cabeza mientras lo hacía. Era raro, muy raro.-Le faltaban sólo los lentes oscuros.-entonces, de la nada dio un grito.-¡OK!-alzando una mano infantilmente.-Tengo que comprar entonces los libros de ejercicios que todo mundo de la clase usa.

-Ve al pasillo dos, están ahí. Los tienes catalogados por instituto y por estudios.-dije suspirando esperando que se alejara de mí, odiaba que me tocaran.-Vamos Bou, mientras busca compramos y le esperaremos en la cafetería. ¿Os parece bien? hay una frente a este supermercado literario.-había de todo, incluso comic. Era un mundo, más que una librería.

-A mí me parece bien.-confirmó acercándose a mí, nos quedamos en la cola e íbamos dejando las cosas en un lado. Primero fui yo, así quizás le daba tiempo a él de buscar todo lo que le iba diciendo Bou.-Recuerda Shinji, diccionarios de latín y griego y los cuadernillos y demás utensilios necesarios.-el otro tan sólo le miraba intentando grabar todo en su cabeza.-Estamos en humanidades, primero de bachiller no segundo.-parecía como si Shinji jamás hubiera ido a clases, como si la verdad fuera distinta.

-¡Ok!-gritó de nuevo enérgico y correteó por toda la superficie.

La cajera comenzó a pasar lo mío cuando llegó él, lo miré de forma desafiante. No me agradaba, y mi padre me había dicho que hiciera caso a mi sexto sentido.

-Con tarjeta.-dije depositando la mía sobre el mostrador. Para luego firmar el ticket.

Tomé mis cosas y las metí en bolsas de papel que pagué en efectivo. Eran mejores que las de plástico, se podían reciclar y no eran contaminantes.

-Dame Bou, pon todo conmigo y yo lo pago con la tarjeta de crédito del tío Juka.-su voz, su voz me sacaba de quicio. Creo que todo él me sacaba de quicio. Sin embargo, no me iría. Su primo me caía bien, demasiado bien. Me gustaba su compañía para conversar, parecía un chico sensible y que le agradaba tanto el arte como a mí.

Pronto estuvimos los tres fuera del edificio, los observaba minuciosamente y pensé que sería bueno tomar un té. Quizás de esa forma empezaría a tragar a Shinji, si bien sabía que sería prácticamente imposible que terminara cediendo en lo que pensaba de él.

-¿Adonde iras ahora Hizaki?-me preguntó dejando que Shinji se encargara de llevar sus libros y los de él.

-Bou.-dije mirándolo.-Voy a ir a tomar té, hay una tetería cerca y creo que a ambos os gustará.-sonreí de forma amistosa aunque ese me daba el pálpito de que no era buena persona en absoluto.-Papá me llevó una vez hace algún tiempo y desde entonces es mi lugar favorito.


No hay comentarios: