3/1/10

Madurar II



Cuando me quise dar cuenta había tirado de mí haciéndome correr tras él. Sin duda me gustaban otro tipo de chicos distintos a Phoenix, Olivier se hubiera muerto antes de hacer eso.

-Tengo que decirte las razones del porqué de una de las direcciones.-comenté.-Pero no quiero que se lo digas a mi padre, creo que no le agrada esa persona por el simple hecho que es una amistad de mi madre.-argumenté mi razonamiento, pero en realidad no quería verme con nadie. Así era mi padre, en cierto aspecto no quería que me descentrara de mis estudios aunque ya lo había hecho. Yue tuvo un pase porque le recordaba a Uta, nada más.

-Déjame adivinar.-dijo con una sonrisa.-un chico.-rió mirándome de reojo.-Pero si vas a tener un hijo no puedes pretender seguir de juerguista Hizaki.-comentó aquello como si no lo tuviera en cuenta, en realidad todos pensaban que yo era un imbécil con las hormonas revueltas.-Te lo digo yo que he madurado mucho desde que tengo a Jun conmigo.-caminábamos hacia el hall de un edificio.-Este es el primero, es en el tercero.-comentó girándose hacia mí.-¿Vamos por las escaleras? Es que he engordado en estos días y tengo que bajas los kilos de más.

-¿Quién te dijo que tan sólo lo quiero para un rato?-interrogué haciendo que se detuviera.-Y por favor no empieces tú también con la tontería. Olivier esta hecho piel y huesos, pero aún así se llama obeso, no empieces tú también.-le estaba echando la bronca aunque fuera menor que él.

Se detuvo prácticamente en seco y se mordió los labios mientras me escuchaba. Al final tomó mi mano y caminó hacia unos bancos. En la primera planta, como bien había dicho, había locales comerciales de todo tipo aunque eran numerosas las tiendas de ropa y las pequeñas cafeterías.-Hizaki tú.-musitó mirándome a los ojos.-Tú no puedes entender la presión que tengo encima.-murmuró alejando sus ojos de mí para clavarlos en el suelo.-Yo amo a tu padre, es lo primero que debes saber, pero él está muy distante conmigo desde hace meses ya.-notaba en su tono de voz la preocupación, más bien la sospecha.-y yo quiero seguir pareciéndole atractivo y no lo conseguiré comiendo todo el día cuando lo único que hago es estar encerrado en esa casa, hago dieta por que tengo que mantenerme.

-Mi padre te ve atractivo, por dios no seas idiota.-dije casi dándole un golpe.-No se acostaría contigo si no se lo parecieras, es un egocentrico al fin y al cabo.-comenté mientras me acomodaba en el banco.-Tienes el mismo complejo que uno que yo me sé, pero a ese se lo quitaré a base de demostraciones.-me quedé pensativo y le tomé de las manos.-Hablaré con papá de todo esto.

-¡Ni se te ocurra Hizaki!-exclamó hecho un flan.-Tu padre esta ya de por si cabreado conmigo por que pensé que me estaba poniendo los cuernos con el idio... con Uta-san.-bufó intentando controlarse, pero parecía que Yutaka era el problema.-lo que hablamos los dos se queda así entre nosotros.

Suspiré profundo y lo entendía. Papá había vuelto a ser el mismo. Era mi padre y conocía sus ansias por liberarse de todo lo pasado, aunque tenía presente que yo existía y también de Hero. Pero él era un hombre que deseaba revivir momentos, volver a conquistar un escenario fue la primera locura que ideó y no me parecía extraño que estuviera rondando a Yutaka.

Yutaka no era mal hombre, todo lo contrario. Era un poco iluso y niño. Creía en el amor verdadero y podía casi palparse el amor que sentía por mi padre. Se desvivía por sus miradas, por un mínimo momento de atención. Los había visto días atrás cuando dije lo de mi hijo, cuando di la gran noticia, y ellos se salieron para conversar. Yutaka haría cualquier cosa por Atsushi, incluso rebajarse a ser el segundo plato por poder sentirse suyo unos minutos.

-Uta no tiene la culpa si eso llegara a suceder.-comenté mirándole bastante serio.-Está enamorado de mi padre, lo sé por como lo mira y cómo se preocupa por él en exceso. Pero, él no tiene la culpa. Quien la tendría si sucediera sería mi padre, por olvidarse de lo que es ser fiel.-entonces recordé algo que había escuchado una y otra vez a mi madre a escondidas, cuando se desahogaba sola en la habitación.-Aunque creo que con mi madre nunca lo fue ¿cierto?

-Hizaki.... ¿me estás diciendo que tú has visto a Uta-san?-preguntó frunciendo el ceño mientras volvía la vista al frente.-pero cuando lo viste, estarían los demás del grupo y eso ¿no? no estaban solos ¿verdad?

-Lo he visto con el grupo, con Miho y con papá. A veces salen del estudio para conversar en el parque cercano. Puedes encontrártelos comiendo allí como si fueran unos adolescentes. En ocasiones invitan y la verdad es que ahí he comido el mejor sushi de cangrejo.-era sincero incluso hasta hacer daño, pero luego le di un golpe en la cabeza.-Papá no estaría contigo si no te amara, eso tenlo en cuenta.

-Eso no significa nada.-mumuró entre llantos, escondiendo su rostro entre sus brazos y quedando hecho una pequeña bola.-Él estaba viviendo con tu madre aún cuando me prometía el cielo a mí.-dijo con la voz quebrada y todo el que pasaba me miraba como si fuera un verdugo.

-Si no te quisiera como crees ¿por qué se empeña en casarse contigo? Además, te olvidas de algo que a mí me confía todo.-sí, también me había dicho de su atracción por Uta, pero únicamente atracción. Sabía que como pasara de más terminaba sin pelotas.

-¿Tú de verdad crees?-dijo en un murmullo intentando secarse los ojos llenos de lágrimas.

En un abrir y cerrar de ojos un hombre paró su camino, para sentarse a su lado tomándolo por la cintura.

-Yo sabía que él te iba a causar problemas Phoenix, ¿qué te hizo que estás llorando?-aquel hombre era español, podía notarlo por sus rasgos y juraría que de raza gitana.
-¿pero qué dices?-gritó aquella pregunta mientras ponía sus manos sobre el pecho de aquel hombre. Yo no entendía nada pero no me agradó que hiciera eso.-¡Suéltame Miguel!

-Mira hijo de puta deja de decir que mi padre le causa problemas, porque te juro que esa cara de niñito mono se quedará de saco de boxeo.-lo zarandeé.-¡Te enteras capullo! ¡Tú no tienes que tocar a alguien que no te pertenece! ¡Y menos con tanto derecho!-todos nos miraban y lo empujé al suelo.-Me das asco y pena. Ser tan rastrero y tan mediocre...-pude entender por su comportamiento que era alguna antigua pareja de Phoenix, que pasaba por allí o tal vez lo seguía para encontrar su gran momento.

-¡Basta Hiza! ¿sabes el disgusto que le darás a Atsu si se entera de que te andas peleando?- dijo mientras unos cuantos flashes caían sobre nosotros.

Siempre tenía prensa a mi alrededor, era normal ya para mí. Desde que nací salí en portadas porque mis padres eran ricos, famosos y poderosos. Yo simplemente intentaba hacer mi vida normal olvidándome de todo lo que me rodeaba. El hombre comenzó a llorar como una niñita y resoplé.

-Entérate nadie molesta a Phoenix y menos en mi presencia. Quiero que te quede claro una cosa.-lo agarré por la camisa.-Phoenix es el futuro esposo de mi padre, no tienes tú porqué venir a joder todo.-le escupí en la cara mirándole con furia, para luego lanzarlo.-Imbécil.-tomé a Phoenix de la muñeca y comencé a caminar rápido.

-Hizaki... no deberías reaccionar de esa manera, estaban tomando fotos, tus padres se enojaran mucho y...-bufó bajo.-¡¿Dios y si tu madre ve que estabas conmigo?!- preguntó deteniéndose a la mitad de las escaleras.

-Ella no tiene nada que decir al respecto.-le dije clavando la mirada en él.-Quien me preocupa es Oly que desvaríe, pensó que Miho era mi novia y no mi hermana. Me costó varios minutos para que entendiera que era hermana y no pareja.-tomé aire y me detuve.-No entiendo porqué ese tio te sigue molestando.-lo conocía, mi padre me habló de él.

-Pues... creo que aún le gusto.-comentó desviando la mirada.-Antes de estar con tu papa pues... me daba la vida muy suelta.-igual que me la había dado yo hasta ese momento.-Pero lo mío con Miguel nunca funciono, el quería que dejara todo para viajar con él.-susurró.-Y bueno mi carrera era y es mi vida.-sabía que por culpa de mi madre lo habían despedido, pero que tenía proyectos nuevos. Me enteraba de todo por las revistas, mi madre, mi padre y todo lo que giraba a mi alrededor.-Bueno, ahora lo son tu papa y Jun.-murmuró suspirando.-Ademas, no creo que yo colara como un novio tuyo, me veo mucho mayor que tú.

-Olivier tiene veinticinco.-se lo dejé bien claro.-y no sé a veces se siente incómodo con todo. Además mi hermana tiene veintitrés... y pensó que era mi chica.-cerré los ojos y suspiré.-Me han sacado en revistas con él, tan sólo hablan de fructífera amistad... espero que no salga ninguna donde nos besamos, porque ahí mi madre me mata.

-Bueno...-comenzó a decir con un tono dulce y muy calmado mientras se agarraba de mi brazo.-Tu madre ya sabe que te gustan los chicos y se imaginara que tendrás pareja o algo así ¿no?-dijo con una sonrisa.-Un Sakurai como tú no permanecerá soltero mucho tiempo, recuerda que eres tan guapo como tu padre y tienes ciertas cosas buenas de tu madre.-siempre intentaba ser positivo y no hablar mal de ella, creo que lo hacía para no dañarme. En el fondo se odiaban, uno por sentirse atacado y la otra por haber sido abandonada por su culpa.-Oye ¿qué te parece si le invitas a comer en casa? o vayan al lago.-intentaba darme ideas.-Yo he ido con Atsu y con Jun, es un lugar precioso y como esta protegido las aguas son limpias.

-Mi madre no quiere que su hijo esté con uno de sus más allegados.-comenté mirándolo fijamente.-Piensa que no es la mejor elección por cosas que le han sucedido a él, cosas que no voy a contar porque no quiero hacerle daño.

No hay comentarios: