8/9/09

Bonjour X

Valentino... ohhhh Valentino...



-¡Listo!-gritó para que pasara mientras yo seguía tras la puerta. Me quedé en la puerta de la habitación recargado con el perro bajo mis pies.

-¿Ya cariño? ¿ya te pusiste seductor para mí?-alcé las cejas y las bajé para luego reír a carcajadas.-Eres muy pudoroso, no sé que sería de ti si tuvieras que ducharte en baños comunitario como yo cuando juego al futbol.-me acerqué a él palpándole la cabeza.-Eres adorable.

-Nunca lo he hecho.-balbuceó, parecía sumiso ante mis palabras y aturdido, lo único que atinó fue a taparse bajo las ropas de la cama. Tendría calor, bastante, ya que estábamos entrando en verano.- soo.-murmuró.-…soo.-repitió intentando tranquilizarse.-..sólo me puse...la pijama.-no me miraba a mí, tan sólo miraba al suelo.-¿Sólo usarás eso?-murmuró intranquilo.-Ahí hay ropa, en serio, con confianza.

-Yo duermo desnudo, esto ya es demasiado para mí.-y bien que sabían las chicas de la limpieza de mi forma de dormir, mi padre era igual, aunque mi madre siempre le gritaba que ni se le ocurriera salir sin cubrirse.-Ya sé que tú no, pero hace un calor de muerte y te asfixiarás.-me recosté a su lado.-Anda, deja de ponerte así que no te comeré.

-Siempre duermo así.-respondió.- ¿No se preocuparan tus padres de no verte llegar?-quien estaba preocupado era él, tal vez porque Clarissa preguntara demasiado. Yo simplemente lo vi adorable al ser de ese modo conmigo.

-A veces no llego a casa hasta bien entrada la mañana, mi madre no pregunta y mi padre no está en casa para gritar...Hizaki ¿qué horas son estas? y yo responderle "cuando tú eras joven eras peor que yo".-reí a carcajadas recordando como tenía que calmarlo diciéndole que se le harían horribles arrugas en la cara.-Es lo que más hecho de menos.-comenté observándolo.-Pero a todo se acostumbra, ya me acostumbré a su novio y a que mi primo sea el hijo de ambos... me acostumbro rápido a los movimientos en mi vida.

-Lo lamento.-prácticamente susurró esas palabras y yo aún lo vi más atractivo que minutos atrás.-Supongo que es difícil vivir un divorcio.-sí, lo era. Pero yo siempre me hacía el fuerte y hacía como si no pasara nada.-Sobre todo porque todos los ojos de la ciudad parecen puestos en ellos dos... y eso que ninguno ha declarado nada.-eso era cierto, sin embargo tenía la esperanza que dejara de ser así.-No lo puedo imaginar... mis padres aun siguen casados y mi familia siempre fue lo más importante para ellos

-Nada es eterno, nada. Por mucho que quieras proteger algo, hacerlo grande, tenerlo ahí...nada dura. Ni una piedra dura siempre, el tiempo con las inclemencias meteorológicas la desgastan.-sonreí mirándole y deseando abrazarlo.-Además, ahora tengo un gato y un perro en casa de mi padre... tengo un nuevo hermano y he conocido a una hermana de cuando mi padre aún vivía en Japón.-eso había sido bueno, todo lo que había dicho hasta ese momento había sido motivo de celebración en mi vida.-Él no lo sabía, pero nada más saberlo quiso que me hiciera cargo de proteger a semejante marimacho.-reí aún más porque ella parecía valerse por si misma, sin embargo yo quería mantener el contacto. Había pedido su móvil y estaba por llamarla para poder quedar y hablar cara a cara.-Es igual que yo, pero con una noventa...-comenté recostándome mejor en la cama, dejando los brazos bajo mi cabeza y sonriendo mientras miraba el techo.-Horrible.-murmuré sonriendo.-Esa chica es única, es genial.-susurré bajo cerrando los ojos y recordando como me pasó con su moto.-Me ganó con la moto, nadie me gana en las carreras y ella lo hizo. Es mi hermana mayor, por así decirlo, y a veces me pregunto cómo hubiera sido todo si ella y yo nos hubiéramos conocido antes.-empecé a decir cosas de más.-Oye, lo siento, estoy aburriéndote seguro.

-No, para nada.-respondió de forma amable.-No conozco esa parte de tu familia, y supongo que intuirás que tu madre no platica mucho de esas cosas.-mi madre siempre hablaba de sus proyectos, jamás de sus dramas.-Es una mujer muy propia y nunca se traiciona a si misma.-así era, además de ser una de las mujeres más atractivas de la ciudad y podía decirse que también del país.-Quizás por eso me he llevado bien con ella, también prefiero callar muchas cosas.-no entendía porque quería guardar todo lo malo, era mejor sacarlo.-Es mejor la mayoría de las veces

-Sí, lo mejor es no meter la pata.-sonreí quedándome girado hacia él.-Yo siempre estoy metido en problemas, el más gordo de todos se llama Yue.-fui bastante amable al decir que era un problema, el llamarlo error hubiera sido más correcto.-No sé porqué acepté salir con alguien cuando no lo quiero, lo único que deseo es no dañarlo y si lo dejo seguro que termino haciéndolo.-ya me advirtió mi hermana y mi padre, siempre tenía sus palabras en mi cabeza dando vueltas.-Ya me dijeron mi hermana y mi padre pero... me metí en el lío. Ahora a portarme bien, cuando no estoy acostumbrado a eso. Y todo empezó porque lloraba, porque no noté que la canción que compuso era para mí, y porque deseé poder amar a alguien... tengo mierda hasta el cuello.-me giré quedando hacia el otro lado, dándole la espalda.-Es mejor que durmamos o mañana tendrás ojeras y es posible que mueras de la impresión.

-Que descanses.-dijo quedándose hacia su lado, cuando noté entonces el peso del perro en la cama.

-Ey, chico.-el perro comenzó a lamerme.- ¿Me quieres violar? trátame con cariño que en estos temas soy virgen.-dije en broma mientras me reía, el perro se acomodó entre ambos.-Buenas noches Oly, buenas noches Vale...-me recosté y me quedé dormido. Era de ese tipo de personas, cogía la cama y moría en ella.

No sé cuando se durmió, sólo sé que me levanté temprano. Estaba sudado por tanto calor y me quité todo. Fui hacia la ducha y comencé a dejar que el agua cayera sobre mi cuerpo, la ropa la dejé en un lado.

Terminé cantando la canción del coche, tenía que ensayarla una y otra vez. Tenía que ser perfecta en todos los sentidos. Mis cabellos empapados se pegaban a mi frente, mientras buscaba un champú. Empecé a frotarme y a mover las caderas ya que el ritmo se imponía. Salí desnudo pensando que él seguía dormido, estaba empapado y sin toalla porque no sabía donde guardaba.

-Boxer limpios... donde estáis.-canturreé entrando en la habitación, sin notar que no estaba tapado. El perro ladró.-No, vale calla.-hice el gesto típico de las enfermeras mandándolo a callar.

-¡Vale! ¡Vale! ¡Vale!-gritó tirando la almohada que cubría su cabeza y se incorporó. Entonces quedó en shock y manoteó buscando las sábanas. Sin embargo noté como se quedó mirándome unos segundos.-¡¿Tú?!-se hacía el digno, el ofendido, pero bien que noté que yo le gustaba. En ese momento me dije a mi mismo que jamás tiraría con él la toalla.- ¡Dios! ¡Hizaki!! ¡Qué haces! ¡Hay toallas en todos lados! ¡Batas!

-Buscar unos boxer.-dije como si fuera lo más normal del mundo estar en la casa de un chico, prácticamente extraño a mí, desnudo y empapado buscando ropa interior entre sus cajones.-Anda, uno de corazoncitos... que tierno.-murmuré bailando con ellos girándolos a modo streaptease.-Creo que te cogeré uno de los negros que tienes aquí.-al ponérmelo me apretaba.-¡Dios! ¡Mi pito!-grité quitándomelo, para ponerme unos anchos.-Oh... oh... poco sexys, pero ¡qué comodidad!-después me giré y le miré.- ¿Estás bien?

-¿No te enseñaron modales en tu casa?...no puedes andar desnudo por ahí, menos con la ropa interior de alguien más.-bufó.-Es… es antihigiénico.-murmuró sin levantar la cabeza.

-¿Quieres que me ponga los sucios? huelen a perro.-dije mirando a Vale.-Sin ofender tio. Yo te quiero mucho, pero nuestro amor es imposible.-el perro ladró y yo comencé a reír.-Oye, estás rojo ¿tienes fiebre?-le pregunté aquello al percatarme que su rostro ardía. Yo estaba aún empapado y me aproximé a él para levantar su cabeza.-No te veo enfermo, ¿lo estás?

Comenzó a golpearme y apartarme a grito “me vas a mojar”. Eso sólo tenía un efecto contrario a lo que pedía. Quería pegarme a él, quitarle la ropa y hacérselo allí mismo.

-¡No quita!-dijo empujándome y apartándome al fin.-Me siento bien...-susurró mirando hacia otro lado.- ¡Y me mojas por completo!-exclamó.- ¡Dios! a veces eres... –esperé que me regañara, pero se quedó mirándome molesto.- ¿No se te hacen mucha confianza con alguien que conoces de hace unas cuantas horas?

-Uy lo dice el que me dejó cargarlo...por cierto tienes buen culo.-dije moviendo mis manos hechas garras frente a mi rostro.-Yo lo pude notar con mis propias manos.-las miré detenidamente y sonreí de lado.-Es broma, no lo tomes en serio. No lo del trasero, lo de que lo haya pellizcado...claro que si quieres puedo hacerlo.-le guiñé un ojo y me separé, para girarme cantando de nuevo bailando por la habitación.- ¡Ya son las ocho!-dije al perro.-¿Quieres desayunar? ¿Sí?-ladraba.-Haré el desayuno, para los tres.-proseguí con la canción mientras bailaba por el pasillo hasta la cocina.

-¡No! ¡Mi cocina!-se levantó de nuevo y me siguió a la pata coja. Parecía el juego de la gallinita ciega, yo salía corriendo y él me buscaba.

-¿Qué vas a querer?-dije al perro y este simplemente se chupó los labios.-No tenemos beacon ni nada de carne, que cruel es tu amo quizás quiere tomes zanahorias.-reí bajo mirando en los muebles.-Tenemos pienso, con sabor insípido y que te vas a tener que comer amigo... a no ser.-abrí la nevera y comencé a sacar cosas al igual que de las despensas. Me puse el delantal e hice con un paño de cocina un pañuelo en mi cabeza.

Al girarme lo vi, sonreí observándole. Él no tenía conocimiento alguno de lo atractivo que se veía para mí. Era delgado, sus cabellos estaban algo alborotados y su piel era pálida. Yo era algo tigreño, a pesar de que mi padre tenía un tono de piel algo más claro. Parecía bronceado, un poco, todo el año. Él sin embargo parecía algo enfermizo y en mí se desataba el instinto de protección. Era demasiado esa imagen tan temprano en la mañana, demasiado.

-Cariño.-dije pestañeando con las manos cruzadas bajo mi mejilla derecha.-Tu mujercita te va hacer ricas y engordantes tortitas.-comenté en un tono pasteloso y que para nada iba con mi personalidad, o físico. Entonces eché a reír y me giré lavándome las manos para comenzar a realizar la masa.

No hay comentarios: