3/8/10

Un buen chico VIII






Si no han conocido el placer de conocer a Miles... aquí tienen un muestra. El jazz es una música envolvente, de otra galaxia, y que nos transporta a momentos muy en otras épocas perfecto para pensar, disfrutar, y compartir.





No sabe nadie lo molesto e incómodo que estaba. El presente y el pasado se estaban fundiendo en una velada que creí tranquila, pero de tranquila parecía no tener nada.

-No empecemos Yue.-dije obviamente molesto, pero su respuesta fue una pequeña risotada.

Su acompañante seguía ahí pasmado porque lo agarrara como si fuera muñequito de bodas. Mis suposiciones de un buen polvo se hacía cada vez con más peso.

-Tranquilo, no voy a despellejar a tu francés ni tirarme a tu cuello.-sonrió como felino y miró de nuevo a Oly.-Cuídalo o te juro que te patearé el hígado.

-¡Yue!-alcé la voz muy molesto, tanto que creo que todo el salón pudo escuchar ese grito.

Él se mostraba victorioso, es más hizo el símbolo de la victoria frente a mis narices.

-Ya no somos novios, pero si amigos.-eso de amigo estaba por discutirse, porque yo no lo quería cerca de momento.-Así que sólo cuido tus intereses.

-Yue, cielo... ven.-el otro ya salió del pasmo, o tal vez quería que sólo le atendieran a él.

-Au revoir...-dijo tras lanzarme un beso, bueno a ambos.-Nos vemos en la boda Hiza...-rió bajo aferrándose a su chico.-y compañía.-escuché cuando se alejaban.

-Olivier, se llama Olivier.-aquello lo dije furioso y entre dientes, quería extrangularlo.

-Pues Olivier.-se giró antes de abrazarse a su estúpido amante, para luego acariciar con disimulo su bragueta.

Suspiré y picoteé lo que había en el plato. No estaba celoso, él no me ponía celoso. Estaba molesto porque hiciera una escena frente a Oly. Mi Oly no se merecía que lo trataran como un buscon.

-Te juro que no sabía que él estaría.-le dije intentando que me atendiera a mí, no a él.-Dios tan infantil como siempre, ni le hagas caso...-murmuré.-Sólo tiene dieciséis, aunque parezca lo contrario.

Olivier tenía el ceño fruncido y parecía que sus ganas de matar aumentaban con cada segundo. Sobretodo cuando a pocas mesas se sentó como gato zalamero junto a su pareja. Tomó un apio de aquel aperitivo vegetal y lo apretaba entre su boca, tal vez deseando canalizar su mal humor.

-No Hizaki, tú nunca sabes cuando un ex novio se aparecerá-dijo entre dientes mirando hacia otro lado.-Tenemos un patrón ¿verdad?-agregó antes de empezar a insultar en francés, sabía que eran insultos aunque en ese momento no recordaba qué significaba cada uno.

-Demos gracias que tiene pareja, que se le pasó el capricho y que no me acosa.-suspiré.-Además, no es francés aunque lo parezca... su madre sí, él... por mucho que quiera es como su padre... irritante hasta la médula.-acaricié sus cabellos observándolo.-Pero es buen chico, algún día sera el mejor chef, tendrá el mejor restaurante del país.-era lo que deseaba escuchar, mentiras. Quería creer que algún día sería maduro, conseguiría éxitos y estuviera yo a su lado para verlo, pero no como él deseaba.-Si bien tiene modales que...-no sabía como expresar sus modales, más bien su falta de ellos.-son de él.

-Sí.-dijo con tono sarcástico, aunque lo que vino luego fue aún más notable con su molestia.-Hagamos un rosario para dar gracias a Dios.-su ceño aún seguía fruncido y sus ojos escupían fuego.-Idiotas.-murmuró en francés acentuando su acento. Mordía con rabia el apio que tenía entre sus dedos.

-Su madre, es la mejor amiga de mi madre.-comenté.-Son tus mejores clientas.-de ahí le venía lo francés y lo rubio, aunque se había teñido el pelo y no sabía porqué. Quizás para parecerse aún más a su hermano, siempre quiso ser como su madre... pero su hermano era algo que tenía como icono y modelo a seguir. Jamás quise creer, al menos en esos momentos, que era porque Olivier era castaño-Tranquilo Oly... tan sólo es mi bajo.-al menos aún lo tenía en mi banda, no la habíamos desintegrado de forma permanente.

-Lo sé.-respondió enfurruñado.-Le conocí cuando todavía jugaba con transformers-sonrió de forma tensa intentando ver a los músicos y seguir la actuación.-Puisqu'un bonheur par ton enfant ilsurprend.-murmuró antes de terminarse la copa y mirarme señalando el vaso vacío.-¿Me regalas otra? Por favor

-De acuerdo.-dije con una sonrisa intentando ser amable para que no terminara arañándome a mí.-Sólo si dejas de ponerte celoso.

Mientras iba hacia la barra Yue se sentó en mi asiento. En mi regreso aún estaba ahí y cuando llegué sólo escuché estupideces sobre venganza si me hacía daño, tonterías de mocoso sin modales.

-Yue Wook.-dije quedándome frente a él con la copa de Oly en la mano.-Lárgate, de una jodida vez.

-¿Ya no quieres a los amigos?-dijo pestañeando intentando mostrar inocencia suprema, pero de inocente no tenía ni un pelo de la cabeza.

-Largo.-señalé a su mesa esperando que recapacitara y se marchara, si no se iba era capaz de empezar una pelea con él de protagonista como saco de boxeo.

-Nos vemos en otro momento Oliviercito.-canturreó corriendo hacia el chico que le esperaba en la mesa con ganas de algo más que música.

Olivier se concentró en respirar profundamente y beber a pequeños sorbos su copa mientras disfrutaba de la música. Eran canciones antiguas, muy conocidas por los que amábamos ese tipo de música, y que nos relajaba de forma especial.

Summer time comenzó a sonar llenando el ambiente cargado por el cigarro, las conversaciones a media voz y el discurso egocentrista de algún chiflado en la barra. Ese bar tenía un ambiente especial, era especial. Pero estar allí con Olivier se estaba convierto en un suplicio. Yue nos había sacado de quicio a ambos y poco o nada disfrutábamos.

-Lo mataré, haré sushi con él.-me decía intentando relajarme.-Dios, pienso dejarlo calvo.-murmuré dando un trago a mi segundo refresco.

Siguieron con algo más animado, Out Of The Blue también un clásico de Mile, intentaba relajarme como usualmente hacía en ese lugar, pero echaba de menos el cigarrillo. Acabé por levantarme y pedirle uno a mi amigo, lo prendí olvidando que Oly quizás se podría molestar. Lo necesitaba, necesitaba un cigarrillo tras el estrés de Yue.

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