-No hay problema, que coma todo lo que quiera.-dijo supervisando el maquillaje de una de las modelos, no querían que recargaran demasiado algunas zonas.-En estos eventos las personas a penas comen, da gusto que ella disfrute de la comida que hay preparada. Así no se tirará tanta, por lo tanto que coma lo que le apetezca.-se giró hacia mí algo serio, como amedrentado.-Empezamos en unos minutos, si quieres puedes llevarla a su asiento y tomar tú el tuyo.
-¿Podría hablar contigo un momento?-dije esperando que aceptara. Quería hablar con él, saber cómo estaba de salud ya que me preocupaba. Aquel supuesto mareo no me dejaba descansar. No me había dado su teléfono, así que preguntarle a una asistenta no me motivaba en absoluto y tampoco podía pedir su número como si nada.
Me miró, miró su reloj y se giró hacia las chicas. Estaba dudando, pero asintió. Se marchó hacia una de las asistentas que había visto antes en su casa. Me indicó que fuera hacia uno de los cambiadores, tan sólo un biombo y nada más.
-Dime ¿qué pasa?-preguntó quitándose el cabello de la cara.- ¿Te he enojado por el regalo verdad?-no me podía enojar por eso, era imposible molestarme por esa memez. Además no me esperaba nada de su parte.-El verdadero regalo te lo daré luego.
-¿Regalo?-interrogué confuso.-No es eso.-dije y tomé el mechón rebelde que se venía hacia delante para colocárselo tras la oreja.-El otro día me dejaste preocupado.-comenté tomándole del mentón para que alzara su mirada hacia mí.-No he podido contactar contigo, quería saber si ya dejaron de aparecer mareos.-sonreí de forma dulce, aunque con ese toque canalla que tenía por culpa de los genes.-Soy una chuleta, pero no sé que haría si mi guarnición.
-Me he portado muy grosero.-estaba algo avergonzado, sus mejillas estaban algo sonrojadas.-Tu hermana es linda.-masculló.-Tienen buenos genes, aunque tú eres un poquito más exótico...la mezcla supongo.-aunque nunca se lo pregunté a mi hermana, sabía que ella no era cien por cien japonesa.-¿No te has enojado conmigo?-aquellos ojos de cachorrillo me decían que se sentía realmente mal por el pequeño desplante, esas huidas.-Fue el estrés, estos eventos me ponen nervioso.-era un evento benéfico, quizás temía no hacerlo lo bien que mi madre deseaba.
-Nunca me molestaría contigo.-susurré acariciando su rostro, me estaba aguantando las ganas de besarle. No quería molestarlo de nuevo con mis ganas de tenerlo para mí.-Gracias por llamarme indirectamente guapo.-comenté tomándolo de la cadera con una de mis manos.-Pero tú más que guapo eres apetecible, eres atractivo y dan ganas de besar esos labios al mirarme de esa forma. Te dije que amigos, por eso me reservo las ganas de besarte.-ya había hablado de nuevo demás.-Lo siento, yo si soy un grosero.
-Hizaki... no.-dijo sonrojado echándose hacia atrás e intentando desviar la mirada.- Tengo que regresar, me están esperando para empezar. Se marchó saliendo a prisas de detrás de aquel biombo. Se puso a mirar a las chicas, pero estaba frenético y sonrojado.
Salí tras él y pasé por su lado, algunas modelos me miraron fijamente... pero el otro yo ya no existía, las hubiera chequeado por completo y ahora sólo miraba a él.
-Perdóname por lo que he dicho ahí dentro.-dije antes de empezar a caminar hasta la sala.
-No.-dijo corriendo detrás mía.-espera.-me alcanzó al final y algunas chicas le miraban.-No te enojes, por favor. Perdona mis groserías.-estaba angustiado y no sabía porqué, realmente era más difícil que las chicas.-Por favor, quería que la pasaras bien en este evento.-masculló.-Que pudieras ver mi trabajo, porque eres también cliente mío ¿no?-lo miré fijamente cuando dijo eso, iba a decir algo más y él bajó la cabeza.-Olvídalo.-chistó.-En el alter hablamos ¿de acuerdo?
Puse mis manos sobre sus hombros y sonreí.
-Anda Zanahoria ve y deslumbra con tu ingenio. Deja de preocuparte, después del evento Miho se marchará porque me temo que su novio aún estará fuera... hablaremos ¿de acuerdo?-tenía que regresar con ella, la había dejado frente a una fuente de comida inmensa y temía que se terminara empachando.-Eres muy especial, no olvides eso, no podría enfadarme con alguien como tú.
Me besó en la mejilla y se marchó corriendo hacia las modelos para prepararse. Yo me marché junto a Miho que se encontraba bebiendo zumo de uva. La llevé hacia los asientos que teníamos destinados a nosotros, era de los más cercanos al escenario donde iba a contecer todo. Me sentía mejor que nunca, él parecía aproximarse un poco más a mí y a mis deseos.
-Luego me explicas como eres capaz de tragar tanto y que no se note... ahora miremos modelo, si te gusta alguno te lo compro.-dije terminando de acomodarme.-Tendrás que ir al médico para que te de una dieta sana para ti y el bebé, Lee Anne la sigue.-dije sonriendo y viendo como empezaba todo.
-Eso es secreto.-dijo comiendo el último canapé.-Y con lo de la dieta...-masculló dándole un trago al zumo.-Primero veré si el embarazo viene por oferta.-se refería a si eran gemelos o no.-Si es sólo uno haré cualquier dieta, pero si son dos tendré que ver que tipo de dieta es la indicada para un embarazo de gemelos.-dijo tomándome del brazo mientras curioseaba el ambiente.-Bueno ya que no estoy con Eduart quiero que me compres un modelo alto, de cabello y ojos oscuros con una piel blanca cual vampiro aunque.-masculló alzando un dedo en el aire.-Si me consigues un Lestat será mejor.
-Hay un Lestat en la ciudad.-comenté.-Es actor, trabaja como tal. ¿No has visto su actuación? te gustan los vampiros pero no vienes al teatro...-sonreí y entonces pensé una idea.-Perfecto, compraré entradas para cuatro, dos para ti y dos para mí. Yo vendré con Oly, tú me dices el día que quieres venir con tu maridito.-no quería cita doble porque mataría a su pareja, quería estrangularlo aún.
-Me gusta la idea, surque que le incomodas más a mi “maridito”-dijo desviando la mirada hacia un modelo, de los pocos masculinos que había en el desfile.
-No será doble, no puedo quedar con tu maridito sin golpearlo.-musité mirando hacia donde miraba ella.-Y lo de la dieta es para que no te enfermes, que no suba el colesterol y todos los problemas que conlleva estar embarazada.-cada chica era más espectacular que la anterior.- ¿Ves alguno interesante para ti o para Megumi?-interrogué cerca de su oído.-Aunque os compraría uno personalizado, quedar con Oly y que os diseñe la ropa.
-He visto varios para Megumi, pero hubo uno que me gusto mucho.-me había fijado en cual decía, era uno rojo con encajes y algunos acabados en negro.-Pero no se si pedírselo, pronto no me quedará.
-Podemos pedirle ropa premamá ¿qué te parece?-dije con una sonrisa.-Y no pienso hacer cita doble, ni de coña.-repetí lo de la cita para que se hiciera a la idea.-Vosotros por un lado, nosotros por otro. Porque si vamos juntos terminaré matándolo.-miré los dos únicos trajes que había de hombre que volvían a desfilar entre aplausos.-Oly hace muy pocas cosas para chicos, lo ve aburrido... sin embargo, hizo como doce diseños en tres días para mí.
-Es que la ropa de maternidad no es lo mío... No es de mi estilo...-dijo desviando de nuevo la mirada hacia el modelo.-Y con lo del teatro...-susurró.-Sí estaría bien así, hace dos meses Eduart dijo que me llevaría al teatro.-murmuró.-pero tanto trabajo lo agobia y presiona.-era normal para un tiburón de las finanzas.-Yo estoy toda cortante con él...
-Oye, no te pongas así.-musitó un hombre que la comía con la mirada, muy atractivo y de las características que ella misma había pedido para un modelo.
-Tú deja de intentar ligar con una embarazada.-dije algo molesto, por no decir bastante. El hombre escuchó embarazada y casi se echa para atrás.-Miho.-me había girado hacia ella y la tomé del rostro.-Anda, anímate.-comenté.-Eso según sé le pasa a todas, mi madre repelía a mi padre un tiempo cuando estuvo de Hero.-era poco lo que recordaba, pero algo así sucedió y si no era de ese modo al menos la animaba.-Es normal, incluso que te de fatiga su crema de afeitado. No sé porqué, pero a muchas embarazadas le pasa o eso creo.-había estado leyendo cosas sobre el embarazo, quería informarme y pensaba que de esa forma encontraría la solución a todos los llantos de un bebé. Después supe que es todo experiencia y no había nadie con más experiencia que mi padre o mi madre.
-Sí, pero el viejo sabía el porque ese rechazo y Eduart no...-murmuró.-Haber si el tiempo se pasa rápido y llega su cumpleaños para decírselo de una jodida vez.-rió bajo al final casi con pequeñas carcajadas.-Al parecer, estas más informado que yo.-dijo golpeando con palmaditas mi espalda.-serás mí guía, te guste o no.
-Ah no, te leerás todas las malditas web, revistas y libros que estoy leyendo yo. Es necesario que conozcas todo. Además, ya estoy cambiando pañales con Jun, me sirve para aprender. Quizás le pida a Oly que se venga conmigo el sábado, papá me lo va a dejar todo el día. Ya sabes, deseos o impulsos de Phoenix de que tienen que salir al campo, al lago o que sé yo.-para mí era una excusa para follar, hablando con claridad, y como conejos en la casa sin el niño delante.
-¿Qué? ¿A caso quieres que mi regalo de cumpleaños hacia Eduart se arruine? Mejor... nos vemos un día y me explicas todo bueno...-hizo un inciso suspirando.-Casi todo, la cambiada de pañales se la dejo a Eduart.-ella podía decir eso, pero yo no.-De lo demás me encargo yo y con lo último...-frunció leve el ceño y luego sonrió.-Haber que día el viejo me presta a Jun...-todos queríamos a ese niño, era demasiado dulce y con mucha personalidad.-Quiero que conozca a cierto greñudo que no veo desde hace mucho.
-¿El Amaury ese?-¿qué otro greñudo podía ser?
-Sí, ese mismo.-declaró.
-Mal encarado y tan chulo que un día nos dimos de hostias hasta que terminamos medio muertos en el suelo ¿ese Amaury?.-resoplé.-No me conoce y proclama que soy un señorito... pero la patada en los huevos se la di... claro que él me jodio la boca.
-Ni digas, que si no fuera por el manco de su pareja ahora lo tendrías de yerno.-estaba algo sonrojada aunque se reía, intentaba hacerse aire con la mano.-Quisiera ver una pelea entre ustedes dos...-comentó.-Haber quien se rompe la madre primero.-
-Tan sólo dale este recado... la próxima que quiera robarme que recuerde que sé tantas llaves como él.-mi rostro se puso serio, ese maldito proscrito me tocaba la moral, pero al oír manco.- ¿Está con un tío? ¿Es gay?
-Vale, vale...-dijo entre carcajadas, todas las mujeres la miraban fijamente.-Yo le daré tu recado y no te diré nada de Amaury, no te concierne, es mi amigo y no ando divulgando la vida intima de mis amigos, que te quede claro eso.
-No, espera has dicho manco y por lo tanto tiene novio. El maldito no paraba de acusarme de marica, esta se la debo.-dije alzando una ceja.-Te juro que se la debo.
-Y como buen Sakurai, iras por venganza.-movió su cabeza como si fuera una negación en toda regla.-En verdad no tenemos remedio.-murmuró.-Pero haber si es cierto.-añadió con una sonrisa macabra, muy al estilo familiar.-Yo apuesto a favor de Amaury.
-Muy bonito, pero que sepas que yo sé pegar mejor que él.-el acto había terminado, observaba a Olivier desfilar sobre el escenario para recoger los aplausos. Entonces comencé a notar vibrar mi teléfono. Cuando lo vi era Eduart.-Toma princesa, tu principito te llama... principito castrado dentro de nada.
-¿Hum? ¿Qué querrá? De seguro presiente que ando en malos pasos y todo por tu culpa.-dijo abriendo el teléfono tras mirarlo un instante.-¿Aló?-preguntó.-Estoy bien, gracias por preguntar.-murmuró mirando sus uñas como lo haría una gata.-Me alegra que te preocupes por mí.-yo babeaba mientras ella hablaba. No paraba de admirar a Olivier y también de husmear a los demás, no quería ver ningún cretino a su alrededor.-No sé cuando vaya a regresar, pero lo más seguro es que tarde y que Hizaki me lleve a casa de mi tío.
-No seas tan seca, me da hasta pena.-dije al escuchar la conversación.-Olivier quiere hablar conmigo luego, es mejor que venga a recogerte él aunque me joda.-comenté.
-Eso me lo hubieras dicho antes.-me fulminó con la mirada, pero yo dirigí la mía con un brillo de adolescente hormonado hacia el escenario.-Cambio de planes, Hizaki acaba de decirme que no podrá llevarme a casa de mi tío ¿crees poder venir tu por mi?-interrogó quedándose un tanto ausente, yo estaba también pendiente de ella aunque pareciera centrado en Oly.-No puedo irme antes, Hizaki me invito por algo y...-hizo un inciso.-Aún no se da la oportunidad de que ese algo se pueda hacer.-ese algo era hablarle bien de mí a Olivier.-Te llamaré antes de que termine mi labor aquí ¿vale?-entonces vino el momento cursi, hubiera dado millones por tener la cámara.-Te amo.-sus ojos se iluminaron como los de una muñeca de anime y multitud de corazoncitos imaginarios aparecieron a su alrededor.
-Ohhhh que bonito, un te amo después de castrarlo.-dije y entonces guardé mi móvil.-Ah, tengo que pasarte el móvil otro que tengo igual a este. Compré uno y me regalaron otro, pero Hero no es para andar aún con móvil ¿lo quieres tú?
-Ya te dije que quiero que su cumpleaños llegue pronto...-se mordisqueaba el labio inferior.-No me gusta ser así con él.-suspiró de forma pesada y después se quedó reflexionando sobre mi oferta.-Móvil... Móvil nuevo.-mumuró.-El que tengo se ha convertido en el juguete favorito de Noir.-sí, era típico eso en los gatos. Cheshire amaba juguetear con el móvil de Phoenix cuando estaba en modo vibración ya que se iluminaba de forma violácea incluso.-No me vendría mal otro...-sonrió y asintió.-Vale, lo acepto gustosa.
-Perfecto, cuando quedemos en unos días para ver a nuestras madres y papá... porque pienso hacer suicidio frente a los tres... Ya que tú dirás lo de tú embarazo y yo lo de Atsu Junior... te lo daré, será mi herencia porque a ti papá no te mata, pero a mí sí. Conociendo a mí madre me mata ella primero con sus rayos láser congelantes.
-¿Los tres juntos? No crees que es algo... ¿Drástico?-dijo intentando tomar aire.-¡Tú estas loco!-gritó y algunas personas nos miraron fijamente.-De tanto golpe que te han y has dado.-añadió dándose aire.-Y bueno…-murmuró.-Yo no sé cómo lo vaya a tomar mi madre, ella piensa que jamás cometeré el mismo error que ella.-se llevó las manos a la cabeza y la movió.-Tal vez sólo se decepcione.-añadió algo más calmada.-Creo que eso es peor a que tus padres te maten.-murmuró.-Espera....-me agarró de la chaqueta e hizo que la mirara a los ojos.-¿Pretendes que le digamos semejante cosa al viejo? ¡LO VAMOS A MATAR!-todo el mundo nos miró raro e incluso algunos se alejaron como pudieron de nosotros.-Yo no quiero matar al viejo... No ahora que ya le tome cariño.-eso era nuevo, que dijera que tenía cariño a nuestro padre.
-¿Y qué quieres que se entere cuando te vea con un bombo tan grande que no quepas por la puerta?-interrogué asintiendo.-Papá, mira me picó una abeja enorme.-dije de forma irónica.-Por dios Miho que no es idiota ni chochea.-comenté intentando colocarme bien la chaqueta, quitarle la leve arruga que le había hecho.-Además yo cuando tenga el bebé ¿Dónde lo voy a meter? ¿Me voy bajo un puente? Hay que decírselo a los tres, por eso creo que la más calmada es mi madre.-realmente era una mujer serena, a pesar de sus pequeños lapsus de ira que hacía de forma privada. Todos teníamos un límite, y su límite era cuando le contaban cosas de mi padre o le comentaban lo feliz que lo veían.-Aunque con sólo una mirada me pondría pelotón de fusilamiento.-me imaginé sus ojos glaciares, sus labios apretados levemente y una de sus finas cejas rubias alzada como pequeña antena.-Miho, no la conoces, me da más miedo que mi padre ella piensa de forma fría todo.
-¿Podría hablar contigo un momento?-dije esperando que aceptara. Quería hablar con él, saber cómo estaba de salud ya que me preocupaba. Aquel supuesto mareo no me dejaba descansar. No me había dado su teléfono, así que preguntarle a una asistenta no me motivaba en absoluto y tampoco podía pedir su número como si nada.
Me miró, miró su reloj y se giró hacia las chicas. Estaba dudando, pero asintió. Se marchó hacia una de las asistentas que había visto antes en su casa. Me indicó que fuera hacia uno de los cambiadores, tan sólo un biombo y nada más.
-Dime ¿qué pasa?-preguntó quitándose el cabello de la cara.- ¿Te he enojado por el regalo verdad?-no me podía enojar por eso, era imposible molestarme por esa memez. Además no me esperaba nada de su parte.-El verdadero regalo te lo daré luego.
-¿Regalo?-interrogué confuso.-No es eso.-dije y tomé el mechón rebelde que se venía hacia delante para colocárselo tras la oreja.-El otro día me dejaste preocupado.-comenté tomándole del mentón para que alzara su mirada hacia mí.-No he podido contactar contigo, quería saber si ya dejaron de aparecer mareos.-sonreí de forma dulce, aunque con ese toque canalla que tenía por culpa de los genes.-Soy una chuleta, pero no sé que haría si mi guarnición.
-Me he portado muy grosero.-estaba algo avergonzado, sus mejillas estaban algo sonrojadas.-Tu hermana es linda.-masculló.-Tienen buenos genes, aunque tú eres un poquito más exótico...la mezcla supongo.-aunque nunca se lo pregunté a mi hermana, sabía que ella no era cien por cien japonesa.-¿No te has enojado conmigo?-aquellos ojos de cachorrillo me decían que se sentía realmente mal por el pequeño desplante, esas huidas.-Fue el estrés, estos eventos me ponen nervioso.-era un evento benéfico, quizás temía no hacerlo lo bien que mi madre deseaba.
-Nunca me molestaría contigo.-susurré acariciando su rostro, me estaba aguantando las ganas de besarle. No quería molestarlo de nuevo con mis ganas de tenerlo para mí.-Gracias por llamarme indirectamente guapo.-comenté tomándolo de la cadera con una de mis manos.-Pero tú más que guapo eres apetecible, eres atractivo y dan ganas de besar esos labios al mirarme de esa forma. Te dije que amigos, por eso me reservo las ganas de besarte.-ya había hablado de nuevo demás.-Lo siento, yo si soy un grosero.
-Hizaki... no.-dijo sonrojado echándose hacia atrás e intentando desviar la mirada.- Tengo que regresar, me están esperando para empezar. Se marchó saliendo a prisas de detrás de aquel biombo. Se puso a mirar a las chicas, pero estaba frenético y sonrojado.
Salí tras él y pasé por su lado, algunas modelos me miraron fijamente... pero el otro yo ya no existía, las hubiera chequeado por completo y ahora sólo miraba a él.
-Perdóname por lo que he dicho ahí dentro.-dije antes de empezar a caminar hasta la sala.
-No.-dijo corriendo detrás mía.-espera.-me alcanzó al final y algunas chicas le miraban.-No te enojes, por favor. Perdona mis groserías.-estaba angustiado y no sabía porqué, realmente era más difícil que las chicas.-Por favor, quería que la pasaras bien en este evento.-masculló.-Que pudieras ver mi trabajo, porque eres también cliente mío ¿no?-lo miré fijamente cuando dijo eso, iba a decir algo más y él bajó la cabeza.-Olvídalo.-chistó.-En el alter hablamos ¿de acuerdo?
Puse mis manos sobre sus hombros y sonreí.
-Anda Zanahoria ve y deslumbra con tu ingenio. Deja de preocuparte, después del evento Miho se marchará porque me temo que su novio aún estará fuera... hablaremos ¿de acuerdo?-tenía que regresar con ella, la había dejado frente a una fuente de comida inmensa y temía que se terminara empachando.-Eres muy especial, no olvides eso, no podría enfadarme con alguien como tú.
Me besó en la mejilla y se marchó corriendo hacia las modelos para prepararse. Yo me marché junto a Miho que se encontraba bebiendo zumo de uva. La llevé hacia los asientos que teníamos destinados a nosotros, era de los más cercanos al escenario donde iba a contecer todo. Me sentía mejor que nunca, él parecía aproximarse un poco más a mí y a mis deseos.
-Luego me explicas como eres capaz de tragar tanto y que no se note... ahora miremos modelo, si te gusta alguno te lo compro.-dije terminando de acomodarme.-Tendrás que ir al médico para que te de una dieta sana para ti y el bebé, Lee Anne la sigue.-dije sonriendo y viendo como empezaba todo.
-Eso es secreto.-dijo comiendo el último canapé.-Y con lo de la dieta...-masculló dándole un trago al zumo.-Primero veré si el embarazo viene por oferta.-se refería a si eran gemelos o no.-Si es sólo uno haré cualquier dieta, pero si son dos tendré que ver que tipo de dieta es la indicada para un embarazo de gemelos.-dijo tomándome del brazo mientras curioseaba el ambiente.-Bueno ya que no estoy con Eduart quiero que me compres un modelo alto, de cabello y ojos oscuros con una piel blanca cual vampiro aunque.-masculló alzando un dedo en el aire.-Si me consigues un Lestat será mejor.
-Hay un Lestat en la ciudad.-comenté.-Es actor, trabaja como tal. ¿No has visto su actuación? te gustan los vampiros pero no vienes al teatro...-sonreí y entonces pensé una idea.-Perfecto, compraré entradas para cuatro, dos para ti y dos para mí. Yo vendré con Oly, tú me dices el día que quieres venir con tu maridito.-no quería cita doble porque mataría a su pareja, quería estrangularlo aún.
-Me gusta la idea, surque que le incomodas más a mi “maridito”-dijo desviando la mirada hacia un modelo, de los pocos masculinos que había en el desfile.
-No será doble, no puedo quedar con tu maridito sin golpearlo.-musité mirando hacia donde miraba ella.-Y lo de la dieta es para que no te enfermes, que no suba el colesterol y todos los problemas que conlleva estar embarazada.-cada chica era más espectacular que la anterior.- ¿Ves alguno interesante para ti o para Megumi?-interrogué cerca de su oído.-Aunque os compraría uno personalizado, quedar con Oly y que os diseñe la ropa.
-He visto varios para Megumi, pero hubo uno que me gusto mucho.-me había fijado en cual decía, era uno rojo con encajes y algunos acabados en negro.-Pero no se si pedírselo, pronto no me quedará.
-Podemos pedirle ropa premamá ¿qué te parece?-dije con una sonrisa.-Y no pienso hacer cita doble, ni de coña.-repetí lo de la cita para que se hiciera a la idea.-Vosotros por un lado, nosotros por otro. Porque si vamos juntos terminaré matándolo.-miré los dos únicos trajes que había de hombre que volvían a desfilar entre aplausos.-Oly hace muy pocas cosas para chicos, lo ve aburrido... sin embargo, hizo como doce diseños en tres días para mí.
-Es que la ropa de maternidad no es lo mío... No es de mi estilo...-dijo desviando de nuevo la mirada hacia el modelo.-Y con lo del teatro...-susurró.-Sí estaría bien así, hace dos meses Eduart dijo que me llevaría al teatro.-murmuró.-pero tanto trabajo lo agobia y presiona.-era normal para un tiburón de las finanzas.-Yo estoy toda cortante con él...
-Oye, no te pongas así.-musitó un hombre que la comía con la mirada, muy atractivo y de las características que ella misma había pedido para un modelo.
-Tú deja de intentar ligar con una embarazada.-dije algo molesto, por no decir bastante. El hombre escuchó embarazada y casi se echa para atrás.-Miho.-me había girado hacia ella y la tomé del rostro.-Anda, anímate.-comenté.-Eso según sé le pasa a todas, mi madre repelía a mi padre un tiempo cuando estuvo de Hero.-era poco lo que recordaba, pero algo así sucedió y si no era de ese modo al menos la animaba.-Es normal, incluso que te de fatiga su crema de afeitado. No sé porqué, pero a muchas embarazadas le pasa o eso creo.-había estado leyendo cosas sobre el embarazo, quería informarme y pensaba que de esa forma encontraría la solución a todos los llantos de un bebé. Después supe que es todo experiencia y no había nadie con más experiencia que mi padre o mi madre.
-Sí, pero el viejo sabía el porque ese rechazo y Eduart no...-murmuró.-Haber si el tiempo se pasa rápido y llega su cumpleaños para decírselo de una jodida vez.-rió bajo al final casi con pequeñas carcajadas.-Al parecer, estas más informado que yo.-dijo golpeando con palmaditas mi espalda.-serás mí guía, te guste o no.
-Ah no, te leerás todas las malditas web, revistas y libros que estoy leyendo yo. Es necesario que conozcas todo. Además, ya estoy cambiando pañales con Jun, me sirve para aprender. Quizás le pida a Oly que se venga conmigo el sábado, papá me lo va a dejar todo el día. Ya sabes, deseos o impulsos de Phoenix de que tienen que salir al campo, al lago o que sé yo.-para mí era una excusa para follar, hablando con claridad, y como conejos en la casa sin el niño delante.
-¿Qué? ¿A caso quieres que mi regalo de cumpleaños hacia Eduart se arruine? Mejor... nos vemos un día y me explicas todo bueno...-hizo un inciso suspirando.-Casi todo, la cambiada de pañales se la dejo a Eduart.-ella podía decir eso, pero yo no.-De lo demás me encargo yo y con lo último...-frunció leve el ceño y luego sonrió.-Haber que día el viejo me presta a Jun...-todos queríamos a ese niño, era demasiado dulce y con mucha personalidad.-Quiero que conozca a cierto greñudo que no veo desde hace mucho.
-¿El Amaury ese?-¿qué otro greñudo podía ser?
-Sí, ese mismo.-declaró.
-Mal encarado y tan chulo que un día nos dimos de hostias hasta que terminamos medio muertos en el suelo ¿ese Amaury?.-resoplé.-No me conoce y proclama que soy un señorito... pero la patada en los huevos se la di... claro que él me jodio la boca.
-Ni digas, que si no fuera por el manco de su pareja ahora lo tendrías de yerno.-estaba algo sonrojada aunque se reía, intentaba hacerse aire con la mano.-Quisiera ver una pelea entre ustedes dos...-comentó.-Haber quien se rompe la madre primero.-
-Tan sólo dale este recado... la próxima que quiera robarme que recuerde que sé tantas llaves como él.-mi rostro se puso serio, ese maldito proscrito me tocaba la moral, pero al oír manco.- ¿Está con un tío? ¿Es gay?
-Vale, vale...-dijo entre carcajadas, todas las mujeres la miraban fijamente.-Yo le daré tu recado y no te diré nada de Amaury, no te concierne, es mi amigo y no ando divulgando la vida intima de mis amigos, que te quede claro eso.
-No, espera has dicho manco y por lo tanto tiene novio. El maldito no paraba de acusarme de marica, esta se la debo.-dije alzando una ceja.-Te juro que se la debo.
-Y como buen Sakurai, iras por venganza.-movió su cabeza como si fuera una negación en toda regla.-En verdad no tenemos remedio.-murmuró.-Pero haber si es cierto.-añadió con una sonrisa macabra, muy al estilo familiar.-Yo apuesto a favor de Amaury.
-Muy bonito, pero que sepas que yo sé pegar mejor que él.-el acto había terminado, observaba a Olivier desfilar sobre el escenario para recoger los aplausos. Entonces comencé a notar vibrar mi teléfono. Cuando lo vi era Eduart.-Toma princesa, tu principito te llama... principito castrado dentro de nada.
-¿Hum? ¿Qué querrá? De seguro presiente que ando en malos pasos y todo por tu culpa.-dijo abriendo el teléfono tras mirarlo un instante.-¿Aló?-preguntó.-Estoy bien, gracias por preguntar.-murmuró mirando sus uñas como lo haría una gata.-Me alegra que te preocupes por mí.-yo babeaba mientras ella hablaba. No paraba de admirar a Olivier y también de husmear a los demás, no quería ver ningún cretino a su alrededor.-No sé cuando vaya a regresar, pero lo más seguro es que tarde y que Hizaki me lleve a casa de mi tío.
-No seas tan seca, me da hasta pena.-dije al escuchar la conversación.-Olivier quiere hablar conmigo luego, es mejor que venga a recogerte él aunque me joda.-comenté.
-Eso me lo hubieras dicho antes.-me fulminó con la mirada, pero yo dirigí la mía con un brillo de adolescente hormonado hacia el escenario.-Cambio de planes, Hizaki acaba de decirme que no podrá llevarme a casa de mi tío ¿crees poder venir tu por mi?-interrogó quedándose un tanto ausente, yo estaba también pendiente de ella aunque pareciera centrado en Oly.-No puedo irme antes, Hizaki me invito por algo y...-hizo un inciso.-Aún no se da la oportunidad de que ese algo se pueda hacer.-ese algo era hablarle bien de mí a Olivier.-Te llamaré antes de que termine mi labor aquí ¿vale?-entonces vino el momento cursi, hubiera dado millones por tener la cámara.-Te amo.-sus ojos se iluminaron como los de una muñeca de anime y multitud de corazoncitos imaginarios aparecieron a su alrededor.
-Ohhhh que bonito, un te amo después de castrarlo.-dije y entonces guardé mi móvil.-Ah, tengo que pasarte el móvil otro que tengo igual a este. Compré uno y me regalaron otro, pero Hero no es para andar aún con móvil ¿lo quieres tú?
-Ya te dije que quiero que su cumpleaños llegue pronto...-se mordisqueaba el labio inferior.-No me gusta ser así con él.-suspiró de forma pesada y después se quedó reflexionando sobre mi oferta.-Móvil... Móvil nuevo.-mumuró.-El que tengo se ha convertido en el juguete favorito de Noir.-sí, era típico eso en los gatos. Cheshire amaba juguetear con el móvil de Phoenix cuando estaba en modo vibración ya que se iluminaba de forma violácea incluso.-No me vendría mal otro...-sonrió y asintió.-Vale, lo acepto gustosa.
-Perfecto, cuando quedemos en unos días para ver a nuestras madres y papá... porque pienso hacer suicidio frente a los tres... Ya que tú dirás lo de tú embarazo y yo lo de Atsu Junior... te lo daré, será mi herencia porque a ti papá no te mata, pero a mí sí. Conociendo a mí madre me mata ella primero con sus rayos láser congelantes.
-¿Los tres juntos? No crees que es algo... ¿Drástico?-dijo intentando tomar aire.-¡Tú estas loco!-gritó y algunas personas nos miraron fijamente.-De tanto golpe que te han y has dado.-añadió dándose aire.-Y bueno…-murmuró.-Yo no sé cómo lo vaya a tomar mi madre, ella piensa que jamás cometeré el mismo error que ella.-se llevó las manos a la cabeza y la movió.-Tal vez sólo se decepcione.-añadió algo más calmada.-Creo que eso es peor a que tus padres te maten.-murmuró.-Espera....-me agarró de la chaqueta e hizo que la mirara a los ojos.-¿Pretendes que le digamos semejante cosa al viejo? ¡LO VAMOS A MATAR!-todo el mundo nos miró raro e incluso algunos se alejaron como pudieron de nosotros.-Yo no quiero matar al viejo... No ahora que ya le tome cariño.-eso era nuevo, que dijera que tenía cariño a nuestro padre.
-¿Y qué quieres que se entere cuando te vea con un bombo tan grande que no quepas por la puerta?-interrogué asintiendo.-Papá, mira me picó una abeja enorme.-dije de forma irónica.-Por dios Miho que no es idiota ni chochea.-comenté intentando colocarme bien la chaqueta, quitarle la leve arruga que le había hecho.-Además yo cuando tenga el bebé ¿Dónde lo voy a meter? ¿Me voy bajo un puente? Hay que decírselo a los tres, por eso creo que la más calmada es mi madre.-realmente era una mujer serena, a pesar de sus pequeños lapsus de ira que hacía de forma privada. Todos teníamos un límite, y su límite era cuando le contaban cosas de mi padre o le comentaban lo feliz que lo veían.-Aunque con sólo una mirada me pondría pelotón de fusilamiento.-me imaginé sus ojos glaciares, sus labios apretados levemente y una de sus finas cejas rubias alzada como pequeña antena.-Miho, no la conoces, me da más miedo que mi padre ella piensa de forma fría todo.
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